Maca, el beso y una amistad rota… !Además sin identidad! lo nuevo de Antena 3

Hola bonit@s! ¿Cómo va la semana? Con ganas de que sea viernes ¿eh pillines?, bueno vosotros tranquilos que solo queda un día. Mientras tanto hoy os voy a hablar de una nueva serie que se estrena el próximo martes. Como sabéis me gusta mucho la televisión y ya que “El príncipe” nos ha dicho adiós esta semana ¡menudo final de temporada! ¡Cuánta emoción junta en un solo capítulo!, yo ya me he anotado otra serie que, espero, nos enganche a todos!.

Sin identidad

Megan Montaner es la encargada de darle vida a María Fuentes, una joven con sed de venganza. En el año 2001 María descubre que la familia que la ha visto crecer la robó en el momento de su nacimiento y que dentro de esa familia se encuentra la cúpula de toda una mafia de robo de bebés.
Dispuesta a denunciar la situación, su familia adoptiva no podrá permitirse semejante escándalo ya que son de clase social muy alta y por ello decidirán deshacerse de ella para siempre.

Aunque la daban por muerta, lo cierto es que en la actualidad y después de pasar 13 años en la cárcel de China, María regresa a Madrid con una identidad falsa y dispuesta a vengarse de los que decían ser su familia.

El reparto de la serie me gusta, Verónica Sánchez, Victoria Abril, Tito Valverde, Jordi Rebellón o Daniel Grao son solo algunos de los muchos actores que podremos ver a partir del próximo martes. Os dejo un enlace con todo el reparto y los personajes que interpretan para que los vayáis conociendo.

http://www.antena3.com/series/sin-identidad/personajes/

En fin que ya tengo ¡nueva serie para los martes! Y eso mola, al menos a mí jijiji
Os dejo un trailer para que os vaya entrando el gusanillo de verla.

 

Y ahora llego yo con mis historias que cada vez se me complican más….

Después de pasar la noche dando vueltas a lo sucedido decidí levantarme y prepararme un buen desayuno, necesitaba mucha energía para afrontar el día que me esperaba. Solo eran las diez de la mañana pero me sentía como si fueran las doce de la noche y estuviera muerta del sueño.

Mientras salía de la habitación camino del salón noté como el señor que tenía alojado en mi sofá, es decir Javier, hacía aspavientos con las manos.- ¿Javier qué haces?.- Me atacan los mosquitos.- ¿Cómo?.- Iros de aquí malditos, no podréis conmigo. Después de tan emocionante frase empecé a reírme a carcajadas ¡era tan divertida aquella situación que no podía parar de reír! ¡Hablaba en sueños!.- ¿Qué riéndote de mí? Dijo abriendo los ojos.- Un poco, pero solo un poco, le dije mientras un cojín se estampaba en mi cara. – ¡Javier! Soy muy buena en las guerras de almohadas así que no juegues.- ¿Y si quiero jugar?.- ¿Si? Vas a perder pequeño. Estuvimos como diez minutos tirándonos las almohadas y riéndonos hasta que sonó el timbre.

Mi corazón se aceleró de tal manera, al oír el sonido del timbre, que me tuve que sentar para relajarme. – ¡Roberto!, creo que es Roberto, corre vístete y si pregunta le decimos que has venido a buscar a mi hermana, le dije nerviosa. – Vale, vale.- Métete en el baño. ¡Ay dios! ¿Desde cuándo me pasan a mí estas cosas? Me besa mi amigo, tengo un novio un poco atípico…. ¡buff que agobio tan grande!. Abrí la puerta y… – ¡Sorpresa!.- Vanessa ¿Qué haces aquí?. – He venido a desayunar contigo, te recuerdo que en una hora tengo una cita.- ¿Con Javier?.- ¡Claro!, me encanta ese chico Maca, me decía mientras entraba en mi casa y dejaba sus cosas tiradas en el sofá.- ¿Pero si lo conoces de una tarde, estás loca o qué?.- Ay hermanita déjame soñar un poquito que no estoy en un buen momento. – vale, vale sueña con lo que quieras o con quien quieras, le dije con tono socarrón.

Mientras nos tomábamos unas tostadas con tomate y jamón acompañadas de zumo natural de naranja ¡qué rico! Oímos uno golpes.- ¿Qué es eso Maca?. – Vienen del baño, ¡del baño claro! ¡Javier!.- ¿Javier? ¿Se puede saber cómo ha entrado y ha acabado ahí dentro? ¿Qué pasa qué es mago?.- Javier puedes salir, le dije abriendo la puerta, – es Vanessa la que ha venido. – Hola Javier, dime cómo has hecho ese truco.- Hermanita ha dormido aquí y ahora estaba en el baño porque cuando has llegado pensábamos que era Roberto y si se entera de esto pues… le dije mordiéndome el labio. – ¡Joder! ¿Y dices que yo estoy loca?.- Hola Vanessa ¿Qué tal?, le dijo Javier. – Pues pasándomelo bomba ahora mismo, solo a mi hermana le pueden ocurrir estas cosas, anda que…

Vane y Javier decidieron irse a dar una vuelta y yo aproveché para hacer las tareas de la casa. Después de hacerme la cama, limpiar la cocina, arreglar el salón y cantar una canción de Bon Jovi como si estuviera poseída por el mismo, llamé a Roberto.- Hola precioso ¿se acuerda de mí?.- Vaya que si me acuerdo, tengo ganas de repetir las citas de los primeros días, tengo ganas de meterme en su cama…..- ¡Roberto! Le dije ruborizada.- ¿Qué pasa que no tienes ganas?.- Sí, pero… las dudas empezaron a apoderarse de mí ¡así sin más! ¿Tendría que contarle lo del beso?. ¿Cómo me acuesto con él tan tranquila sin decirle la verdad?. ¿Empezará a odiar a Javier?, mejor me lo guardo para mí, sí es lo mejor así no hay problemas…- Maca ¿estás ahí?.- Sí, sí.- En diez minutos estoy en tu casa.

Sonó el timbre como unas diez veces hasta que me decidí a abrir la puerta.- ¿Estás bien preciosa?.- Anoche Javier me besó, le dije sin dejarlo pasar al salón.- ¿Cómo?, dijo con el ceño fruncido. – Lo que has oído. – Maca si es una broma no me hace ni puta gracia. – No es ninguna broma me besó porque está mal, me besó porque está triste, me besó…- Te besó porque quiso Maca sino no besas a alguien. Por favor si quieres que continuemos juntos tienes que dejar de verlo. Me dijiste que confiara en ti, pero una cosa es confiar y otra muy distinta es que te bese otro tío ¡no lo voy a aguantar!, dijo gritando. – Vale, tienes razón, no te preocupes no volveré a quedar con él.

No volver a quedar con Javier fuera del trabajo fue una de las peores decisiones que podía tomar y la más dura. Éramos amigos, nos apoyábamos, nos entendíamos y de la noche a la mañana un beso lo había estropeado todo ¿por qué me habría besado? ¡Joder! Si no lo hubiera hecho ahora seguiría todo igual. Aunque esa mañana la pasé con Roberto mi cabeza se había esfumado a otros mundos, había decidido que era mejor pensar en cómo le iba a decir a Javier que nuestra amistad ya no iba a ser lo que era. – Mira Roberto, no me encuentro muy bien si no te importa nos vemos esta noche. – ¿esto qué es por él?.- No, no de verdad me duele mucho la cabeza, voy a comer me tomaré algo y a trabajar.- Vale, pero esta noche voy a recogerte y cenamos juntos.- Sí, sí no te preocupes.

Cuando me disponía a salir de casa, camino del trabajo, llamaron al timbre de bajo.- ¿Si?.- Maca, soy Javier te espero y nos vamos a la tienda. – No, tranquilo haz marcha y ahora te alcanzo.- No mujer te espero.- Javier de verdad vete.- ¿Qué pasa Maca?. Mi paciencia estaba a punto de perderse, la rabia por la decisión que había tomado me invadía y lo pagué con él. – ¡Joder Javier vete ya! Le dije gritando. – Vale, tranquila ya me voy. Colgué el telefonillo y me senté en el sofá, las lágrimas caían sobre mis mejillas y cada vez iban a más. Quería a Roberto pero necesitaba a Javier ¿era tan difícil de entender?.

En toda la tarde Javier no se acercó a mí, pero la que sí lo hizo fue Nadia.- ¿Oye nena estás bien?.- No, Nadia, no estoy nada bien. – Ven a los probadores y me cuentas ahora que hay menos gente.- Mi novio me ha prohibido que vea a Javier.- ¿Cómo?. Bueno, en parte lo puedo entender Maca, Javier consigue todo lo que se propone y aunque digáis que sois amigos a mí me huele que él quiere algo más.- No, solo somos amigos de verdad, él lo está pasando mal y yo lo estoy ayudando, nada más. – Mira preciosa, dale tiempo a tu chico, demuéstrale que le quieres y que estás con él y si eso, en un tiempo le vuelves a hablar de Javier. – Sí, eso haré. – Me voy que me llama una señora, seguiremos hablando ¿vale?.- Vale, gracias Nadia.

Cuando Nadia se fue, vi a Javier bajar por las escaleras, intenté esquivarlo pero no pude.- Hola Maca. – Hola, le dije con voz triste.- Sé que no estás bien y no quiero agobiarte pero no puedo estar en la planta de arriba sin saber qué te pasa.- Roberto no quiere que quede contigo fuera del trabajo. – Le has contado lo del beso ¿verdad? Me dijo con voz apesadumbrada. Asentí. – Entonces es normal lo que te pide, si yo veo a mi chica besando a otro haría lo mismo. En ese momento me cogió la cara con las dos manos y mirándome fijamente me dijo. – Maca, tranquila. Nos podemos ver en el trabajo y hablar, vale no va a ser lo mismo pero me sigues teniendo para lo que necesites y sé que tú también estás ahí. Eres un sol y no quiero verte triste, pero también entiendo a tu chico. Me abrazó mientras lloraba, y a mí los abrazos empezaban a asustarme por si terminaban en beso. ¡Dios como olía! Y ¡qué guapo que era! No quería distanciarme de él, pero la separación era ya un hecho y había comenzado aquel mismo día.

  Besotes 

        Maca

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